jueves, 21 de noviembre de 2013
Un lugar
Un lugar
no digo ese
no digo ninguno
no digo nada
sólo un lugar
pero sin espacio
sin tiempo
donde no entremos los dos
donde no entremos de a uno
donde no entre un alfiler
un lugar
más chico que un átomo
aunque no sepa
lo que mide un átomo
aunque no sepa nada
un lugar
en medio de todo
pero sin nada alrededor
aunque no sepa que es nada
aunque lo sepa todo
y la nada se escape
se me escape de lo que es todo
inexistente como ella sola
radiante y silenciosa
la nada
te guiña un ojo para que entres
a un lugar
que no es ninguno
donde vos dejes de ESTAR.
martes, 8 de octubre de 2013
Octubre
Ya me comí todas las uñas.
Ansiedad ordenada en frascos de café instanteneo, bolsitas ziploc con mis nervios.
Cuando me acuesto de pronto tengo toda la habilidad física que nunca tuve: me vuelvo acróbata, camino por las paredes, por los techos, me subo arriba del ropero, me lanzo y me vuelvo a subir.
Y después cuando logro entrar en el sub-mundo que me habita, cuando logro flotar en la otra dimensión no puedo salir. Afuera los relojes suenan, las bocinas, los teléfonos. Pero yo estoy empecinada en no volver, siempre estoy en una circunstancia hiper trascendente en la cuál quiero quedarme a ver que pasa y logro apagar mis oídos y todos mis reflejos, logro desconectar los cables y los músculos. ¡Cómo me cuesta volver! A lo mismo de siempre, a los frasquitos. ¿Para que si no tengo más uñas? ¿Para que si nada superará mis delirios oníricos? Me levanto a regañadientes, arrastrando el alma, arrastrando el peso muerto de mi cuerpo que no quiere seguirme hasta el baño.
Queda poco del año (dos meses porque diciembre no lo cuento, ya entra en lo que considero "vacaciones") y mi nivel de ansiedad sube. Quiero desarmarme y volver a armarme, re-ordenarme. Leo notas sobre los motivos psicológicos del desorden y el apego a las cosas y decido ORDENAR. Separo cosas para tirar, otras para regalar, ordeno las que quedan. Una bolsa grande de ropa para regalar. Me junto con una muchacha a regalarle un patito colorido que estaba perdido arriba de la biblioteca. Espero arreglar la entrega de otras cosas más. Intento aprenderme una de las frases que leí: si hace cierto tiempo que no usas algo ya no lo vas a usar; o respecto a esos "proyectos" de pequeñas cosas que uno tiene: si todavía no lo hiciste no lo vas a hacer. Habré tenido meses un imán de la heladera para reparle a mi abuela guardado en un cajón o "a mano" (pero rodeado de otras pequeñeces) en el escritorio hasta que finalmente se lo arreglé y mande. Me pasa que esas pequeñas cosas se acumulan. Hay que sacarse de encima todas las pequeñas cosas pendientes. Aprender a terminar las cosas, o a soltarlas. Soltar todo lo que sobre.
Ansiedad ordenada en frascos de café instanteneo, bolsitas ziploc con mis nervios.
Cuando me acuesto de pronto tengo toda la habilidad física que nunca tuve: me vuelvo acróbata, camino por las paredes, por los techos, me subo arriba del ropero, me lanzo y me vuelvo a subir.
Y después cuando logro entrar en el sub-mundo que me habita, cuando logro flotar en la otra dimensión no puedo salir. Afuera los relojes suenan, las bocinas, los teléfonos. Pero yo estoy empecinada en no volver, siempre estoy en una circunstancia hiper trascendente en la cuál quiero quedarme a ver que pasa y logro apagar mis oídos y todos mis reflejos, logro desconectar los cables y los músculos. ¡Cómo me cuesta volver! A lo mismo de siempre, a los frasquitos. ¿Para que si no tengo más uñas? ¿Para que si nada superará mis delirios oníricos? Me levanto a regañadientes, arrastrando el alma, arrastrando el peso muerto de mi cuerpo que no quiere seguirme hasta el baño.
Queda poco del año (dos meses porque diciembre no lo cuento, ya entra en lo que considero "vacaciones") y mi nivel de ansiedad sube. Quiero desarmarme y volver a armarme, re-ordenarme. Leo notas sobre los motivos psicológicos del desorden y el apego a las cosas y decido ORDENAR. Separo cosas para tirar, otras para regalar, ordeno las que quedan. Una bolsa grande de ropa para regalar. Me junto con una muchacha a regalarle un patito colorido que estaba perdido arriba de la biblioteca. Espero arreglar la entrega de otras cosas más. Intento aprenderme una de las frases que leí: si hace cierto tiempo que no usas algo ya no lo vas a usar; o respecto a esos "proyectos" de pequeñas cosas que uno tiene: si todavía no lo hiciste no lo vas a hacer. Habré tenido meses un imán de la heladera para reparle a mi abuela guardado en un cajón o "a mano" (pero rodeado de otras pequeñeces) en el escritorio hasta que finalmente se lo arreglé y mande. Me pasa que esas pequeñas cosas se acumulan. Hay que sacarse de encima todas las pequeñas cosas pendientes. Aprender a terminar las cosas, o a soltarlas. Soltar todo lo que sobre.
Creatividad
Despertá tu creatividad.
Sacá los juguetes del ropero.
Sacá los legos y ponete a armar algo.
Crear es Construir.
Construír es que haya algo que antes no estaba.
Un tiempo fuera del tiempo
Quisiera un tiempo fuera del tiempo para poder ordenar los días.
PREAMBULO
Necesito volver a soltar las teclas.
Volver a soltar los dedos.
Empiezo por donde se empieza: por el principio de los tiempos.
Empiezo por escribir sobre escribir.
KIN
Muto
transmuto
reciclo el ciclo
y trazo
un círculo
que no termine en sí mismo
me meto
del otro lado del espejo
imito mi reflejo
copio la copia
transvisto
transito
la paranoia
la locura
el viaje espiritual
cierro los ojos
estoy enfrente mío
sentada con las piernas cruzadas
me guía
mi propio poder duplicado.
PSICOMAGIA
Apreté en el celular números al azar pero cuidadosamente de que comenzará con quince y que tuviera las cifras necesarias de un número celular. Entonces puse “guardar” e ingrese tu nombre y apellido. Fui a “crear nuevo mensaje” y te escribí la despedida que no nos dimos. Cortito y al grano. Que no es bueno terminar “mal”, que mejor dejemos los rencores, el resentimiento… que seamos los dos felices de la manera que sea. Lo envíe. No recibí respuesta. Mejor así.
Disculpe señor desconocido por este atrevimiento, sabrá comprender, pero el cuerpo acepta la metáfora.
SUEÑOS 2.0
Soñé que me desbloqueabas de facebook.
Soñé que retuiteabas mi estado.
Soñé que me dedicabas el último post del blog.
Soñé que me mandabas el video de youtube de una de esas canciones que siempre cantabamos.
Soñé que me etiquetabas en la última foto con tu novia.
Soñé que me mandabas un email horrible.
Soñé que escribias un poema de amor que me dedicabas a mi... y a otras veinte personas.
Soñé que tenía tu contraseña.
Soñé que podía ver los mensajes que te mandabas con esa "amiga" que tenías en la misma fecha que salías conmigo.
Soñé que cambiaba tu contraseña, subía una foto porno en tu perfil y una foto del holocausto de portada, puteaba a todos tus amigos de tu parte y compartía los peores videos.
Soñé que te bloqueaba del facebook, que borraba uno a uno los emails, que arrojaba un CD por la ventana.
Soñé que eras de nuevo esa persona de la que no quería escuchar ni el nombre, de la que era mejor olvidarse.
Cómo analizaría Freud estos sueños 2.0, como proyectas la virtualidad de la virtualidad. Cómo soñas las mentiras de las mentiras de ese otro mundo que tampoco existe.
Soñé que tenía a Freud en el divan y yo le preguntaba la relación con su padre.
*DAR ES DAR* DICE FITO
Compartamos todo.
El mate, las facturas, los amigos, las amantes.
Compartamos los días tristes, y los felices.
Las vacaciones y los noticieros.
Te ayudo a sacar el polvo del estante.
Y me haces la cama a la mañana.
Seamos más que hermanos, manada, cómplices de ésto.
Pensaba yo y después, vi que éramos simples mortales. (Tan humanos).
Y cada uno cuidaba su mitad, y cada uno contaba las porciones.
Nadie quiere ser el que dé más, nadie quiere "perder", y así es cómo también perdemos. Cuándo se les metió esa idea en la cabeza de que DAR era quedarse sin algo, quedarse con MENOS. Esa idea erronea de que DAR era QUITARSE, de que era salir perdiendo. Entonces nos quedamos con todo, con tanto que ya es mucho y hace ruido en la cabeza, con esas palabras lindas atragantadas, que no nos dijimos y ahora son poemas. Nos quedamos con el vuelto. Nos quedamos perdiendo sin haber jugado.
ESOS MIEDOS EN LOS PIES
A veces tengo miedo
de que siempre sea así:
el corazón partido
y los latidos lentos,
las fuerzas que se encuentran
y desencuentran en mi
que me arrastran
hacia lados opuestos.
A veces tengo miedo
de que siempre sea así,
siempre esperar,
siempre mañana,
siempre "y si tal vez",
y si "quizás".
A veces tengo miedo
no ser nunca árbol
no hechar raíces
no florecer.
A veces tengo miedo
que lo que no fue
se coma lo que soy.
Hay un dicho en el Budismo Zen: la salida está a través de la puerta. Si quieres ser menos tímido, practica el acercarte a la gente y hablar. Si admiras a quien lee mucho, empieza a leer. Solo da el salto. La gente cae en malos hábitos y hay maneras de cambiarlos.
VOZ SIN VOS
En medio del silencio
tu voz
como un cuchillo
corta las distancias.
Un nudo en la garganta
la tinta negra
con la que escribo.
Puro temblor
en el pecho
un bombo
que me late
dentro,
una canción
que se lleva el viento
mueve las hojas
y las hace bailar.
Canto
para escuchar
tu voz
en mi voz.
Canto para olvidar
pero después
me olvido
y te encuentro
en ese instante
en el que descuido
mi coraza.
Vos y tu voz
oscura
espesa
de tinta negra
de vino tinto.
DROGAS DURAS
Ustedes se dan con esa droga que pega feo. Esa droga que se llama Amor y con la que pintan todo.
Ustedes se emborrachan con eso que se llama deseo. Toman hasta que todo dé vueltas y todo brille.
A mi también me gusta, pero me voy cansando de la resaca.
REVOLUCIONES
Algo en mi se agita
de nuevo
algo como un eco
me arrastra,
algo como de profundidades
o desiertos,
algo como de guerras
o escopetas,
algo rojo
y algo negro,
algo de banderas al viento.
Yo creía que eras vos
con tus revoluciones,
yo pensé
que eran tus manos
tocando el silencio.
Pero me desperté
de noche,
sudando,
y en medio del sueño
lo vi
al monstruo
que me habita.
ABURRIDA
Quiero otras voces, otros rostros.
Un espejo nuevo en el que mirarme.
Porque allí, sólo allí, podré armarme de nuevo.
A veces parece que siempre somos los mismos.
Los mismos en las plazas, en las ferias, en las manifestaciones.
Y sí siempre son los mismos, también yo soy la misma.
Y me canso.
Me canso de verte igual que siempre,
de que pasen los años pero no las mañas.
Me canso de vos
y me canso de mi.
PÉNDULO
Voy y vengo.
Como un péndulo.
Me muevo mucho
y no llego
a ningún lado.
jueves, 28 de febrero de 2013
Ejercicios para la creatividad
* Estás genialidades las hace Teresa Mas *
http://www.teresamas.es/
A veces tengo buenas ideas
y casi creo que puedo volar
y después
un peso en los pies
no sé lo que es
todavía no sé
tengo que
cerrar los ojos
y ver
el infinito
el infinito a la derecha
a la izquierda
arriba
y abajo
correr indefinidamente
para todos lados
y sentir
como me expando
cerrar los ojos
inflarme como un globo
abarcar el universo
y después
achicarme
volver a mi
sentir el cosmos
dentro de mi cuerpo.
Soy el universo.
Ojala no pueda tocarte ni en canciones
Ojala te vayas lejos,
lejos de mi
de estas calles
de estos adoquines cansados
lejos de los almacenes
de estos árboles
de los gatitos del barrio con los que me hablo
lejos de los parientes
lejos de los amigos
lejos de los porteros que madrugan para baldear la vereda
lejos de los hombres que pasan con el carrito del café
lejos de los buenos olores,
a pan, a facturas, a dulce de leche,
lejos, bien lejos,
saca pasaporte
arma el equipaje,
ojala te vayas
te encuentre en un aeropuerto
con un pasaje de ida
y sin fecha de regreso
y fingir nunca habernos cruzado
nunca haberte tenido
tan dentro mío,
ojala huyas
con el viento
con el nuevo frío
que se viene
que emigres
hacia otro continente
y te arrojes del abismo,
no escribas
no mandes cartas de tinta azul
y letra cursiva
no mandes postales
de lugares inimaginables
y nunca me recuerdes,
ojala te vayas, y nunca regreses
ojala me olvides
y no digas nunca mi nombre
ni me evoques en el recuerdo
ojala te vayas Tristeza, ojala te vayas.
martes, 26 de febrero de 2013
De cómo salvarse del infierno que habitamos
<< El infierno de los vivos no es algo por venir; hay uno, el que ya existe aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es riesgosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio>>.
Italo Calvino; Las ciudades invisibles.
Italo Calvino; Las ciudades invisibles.
miércoles, 20 de febrero de 2013
Tengo un radar que me tranquiliza porque no funciona
Incalcanzable.
no te quiero, no me importa, no sos nadie
pero dale
no seas duro
mandame un saludo
mandame un email
mandame una postal de tu vereda
una plantita de tu jardín.
Igual ya sé
ni nos vimos
no sabes mi apellido
no sabes como respiro
ni mi malhumor al despertar
y yo tampoco quiero saber
las arrugas de tu piel
tu esqueleto
tu barba mal afeitada
tu cuerpo mal bañado
ni que me cantes las cuarenta
en el desayuno.
Pero dale
mandame un saludo
mandame un corazón de papel glasé
mientras escucho
el último track.
martes, 19 de febrero de 2013
De cómo lanzar palabras al aire
Ante la duda decí algo lo suficientemente confuso que nadie se atreva a estar ni a favor ni en contra.
miércoles, 13 de febrero de 2013
Los tábanos de Jaipur
I. Selva
Noche tropical
titánica supervivencia
mirada desmonta historias
estranguladora riqueza
una enredadera sin piedad
selva y pájaros nocturnos
un ecosistema rosa
festival de 400 años por ver quién es el más fuerte
II. Los tábanos de Jaipur
Entramos,
compramos algunas motocicletas,
“tomen un tuctuc”,
joyas de piedras preciosas y oro,
equilibrio galés,
parsimoniosas musulmanas
con la cabeza desnuda,
vasos de barro,
festival de estrellas
detrás del Amazonas,
un buque inglés,
el río Iguazú duerme,
cuando hay luna llena
el agua habla más,
palacio de los vientos,
el mundanal ruido
de niño vendía té por las calles.
III. Frittata di gamberini
Tu boca de tiramisú
como un volcán de chocolate
duerme en mi selva sudamericana.
Una monja
en una ruidosa calle de Jaipur
trabajaba en el armado
de trajes, carrozas y espaldares.
Montan un circo transgénico
y pequeños ecosistemas se multiplican en mi piel.
La comisura de tus labios
hace llover mis ganas,
lento
muevo el dedo del pie.
Bicho, rata, árbol,
un yaguareté,
una misma sangre húmeda
en la sien.
Un dedo que aprieta un gatillo
(un dedo cualquiera, un gatillo cualquiera)
rompe la quietud del aire
corta al cielo en dos.
Un aleteo de pájaros carroñeros,
y después
el silencio.
IV.
Hecha un ovillo
desembarcó
en el Atlántico
tenía catorce o quince años
ojos de guerra
e intuición mediterránea.
lunes, 11 de febrero de 2013
Libro: Poesía para Celíacos
Saqué de entre tantas cosas escritas y
olvidadas un libro que tenía armado y con el que al final nunca hice
nada, ahora es un librito virtual y se puede ver en
http://issuu.com/marbetania/docs/poesiaparaceliacos ♥
http://issuu.com/marbetania/docs/poesiaparaceliacos ♥
martes, 5 de febrero de 2013
Soy esa canción que cantabas cuando te egresabas de 7mo grado.
Buscame ahí, justito donde te olvidaste. En ese cajón donde hay un guardapolvo arrugado con firmas en indeleble que prometen "amigas para siempre", esas a las que después tampoco llamaste. Buscame ahí, entre unos lapicitos de pocos centímetros al fondo del cajón, entre unos tazos del `98, entre tu mejor colección de Kinder Sorpresa (Yo el otro día estuve ordenando esos faraones tan lindos que venían: juguetes eran los de antes).
Buscame en el último estante de la repisa. Sacame el polvo.
Buscame en el último estante de la repisa. Sacame el polvo.
sábado, 2 de febrero de 2013
Nómade
*
Juego. Todo el tiempo invento rituales sutiles. Invento una
casa dentro de mi casa. Cambio una mesa de lugar, la decoro, y juego a vivir en
otro lado. Me invento otra vida: me compro ese vestido que jamás se me
ocurriría poner y juego. Me pinto las uñas de un color ridículo. Leo
estupideces en una revista. Quiero comprar manteles coloridos y llenar la casa
de plantas. Me levanto un día a las seis de la mañana (horario absurdo para mi
con mi vida de vampiro). Salgo con ese aire de mañana a la calle, esos colores
únicos de la mañana que siempre me gustan cuando los descubro. Paseo por un
supermercado. Miro todas las góndolas con curiosidad de niño. Compro una mezcla
ridícula de cosas. Un plato fucsia. Un vaso. Un porrón de cerveza para mi
colección de botellitas. Una sal porque me gustó el frasco. De vuelta a casa me
pongo a cocinar. A cortar verduras. Me divierto con los colores. El verde de la
rúcula sobre el fucsia transparente de mi plato nuevo. Juego. Quiero inventarme
otro nombre, otra edad. Busco en la guía T un barrio desconocido y me voy allá.
A perderme en calles de nombres que no conozco. A adivinar el estilo de las
casas, los almacenes del barrio. Es tan aburrido el reducto de las horas que se
repiten sobre sí mismas como calcos de uno mismo. A veces siento que no puedo
aprender a pensar diferente si hago todo igual, si todos los días veo lo mismo
al despertarme. Debería aprender una nueva forma de lavarme los dientes, una
nueva manera de agarrar el tenedor, ver en la televisión (que ya ni la prendo en
verdad) un canal que no supiera que existía y hacerme adicta a él, buscarme una
nueva obsesión, un curso de algo impensado, invertir de lugar todos los
objetos, que lo que tenía a la derecha este a la izquierda y viceversa
obligándome a desafiar la percepción. Juego como un niño para no acostumbrarme
nunca a nada, aunque me acostumbro igual y tengo pronto que salir a buscar la
novedad, a inventarme un nuevo juego. Me aprendo nómade de mi misma.
*Calavera; Ilustración en Tinta China.
*Calavera; Ilustración en Tinta China.
martes, 29 de enero de 2013
Enero
Si las luces se cruzan al azar...
Soles, montañas, caballos, pool, pizzas, mermeladas, escorpiones, semillas, vidrio, ferias, cervezas, combis, dibujos, perros que te siguen y los alfajores más ricos del mundo.
miércoles, 9 de enero de 2013
Simone
Miércoles 9 de enero; Sierra de la Ventana.
Entre este aire de montañas, me escondo un rato a escribir, mis cuadernos y mis libros son mi caparazón; en donde meto la cabeza cuando afuera hace frío.
Hoy es el cumple de Simoncita. Que tanto nos inspiró y acompaño; como una voz en el silencio susurrando que valía la pena, que vale la pena cada pequeña batalla, alguna resignación, que vale la pena soltar amarras, soltarlo todo, abrir las jaulas, no retener, ni retenerse. Andar liviano, flotar con el viento, tener amores de aeropuerto, agitar el pañuelo y desear buen viaje. Llorar lo que haga falta y después seguir, correr siempre hacia adelante.
"Esta vez voy a ser libre".
Usted tan malgastada en frases malas, querida Libertad, tan abstracta como manchas azarosas en un lienzo.
Hoy brindamos con vos Simone, la más linda, por el refugio de tus libros y el aliento de tus palabras.
Entre este aire de montañas, me escondo un rato a escribir, mis cuadernos y mis libros son mi caparazón; en donde meto la cabeza cuando afuera hace frío.
Hoy es el cumple de Simoncita. Que tanto nos inspiró y acompaño; como una voz en el silencio susurrando que valía la pena, que vale la pena cada pequeña batalla, alguna resignación, que vale la pena soltar amarras, soltarlo todo, abrir las jaulas, no retener, ni retenerse. Andar liviano, flotar con el viento, tener amores de aeropuerto, agitar el pañuelo y desear buen viaje. Llorar lo que haga falta y después seguir, correr siempre hacia adelante.
"Esta vez voy a ser libre".
Usted tan malgastada en frases malas, querida Libertad, tan abstracta como manchas azarosas en un lienzo.
Hoy brindamos con vos Simone, la más linda, por el refugio de tus libros y el aliento de tus palabras.
miércoles, 2 de enero de 2013
13
Nuevo Año.
Nos apuramos en ordenar la casa, lavar las culpas, los platos y las bombachas.
Cada tanto hay que suicidarse y volverse a armar. Como el poema ese de la Plath.
Arrojarse al vacío, aguantarse el vértigo en la panza, bancarse la puntada, llorar lo que haga falta y prenderse fuego un minuto antes de levantar vuelo.
Hoy perdono una cucaracha, le progongo que si no se me acerca (y me evita el asco de su contacto) prometo no matarla. Le parece bien. Camina hacia la otra mesa. Se acerca por el respaldo del asiento a una cabellera rubia. Sigo comiendo mi pizza, su vida ya no me incumbe.
Suena el teléfono. Esta vez lo atiendo.
Anoto cumpleaños en una agenda con todas hojas blancas.
Nos apuramos en ordenar la casa, lavar las culpas, los platos y las bombachas.
Cada tanto hay que suicidarse y volverse a armar. Como el poema ese de la Plath.
Arrojarse al vacío, aguantarse el vértigo en la panza, bancarse la puntada, llorar lo que haga falta y prenderse fuego un minuto antes de levantar vuelo.
Hoy perdono una cucaracha, le progongo que si no se me acerca (y me evita el asco de su contacto) prometo no matarla. Le parece bien. Camina hacia la otra mesa. Se acerca por el respaldo del asiento a una cabellera rubia. Sigo comiendo mi pizza, su vida ya no me incumbe.
Suena el teléfono. Esta vez lo atiendo.
Anoto cumpleaños en una agenda con todas hojas blancas.
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