jueves, 28 de febrero de 2013

Tengo señales y pronósticos


*dibujo hermoso que encontré o que me encontro*


Él viene,
sopla,
y hace de mi
una tormenta.

Ejercicios para la creatividad


* Estás genialidades las hace Teresa Mas *
http://www.teresamas.es/


A veces tengo buenas ideas
y casi creo que puedo volar
y después
un peso en los pies
no sé lo que es
todavía no sé

tengo que
cerrar los ojos
y ver
el infinito
el infinito a la derecha
a la izquierda
arriba
y abajo

correr indefinidamente
para todos lados
y sentir
como me expando

cerrar los ojos
inflarme como un globo
abarcar el universo

y después
achicarme
volver a mi
sentir el cosmos
dentro de mi cuerpo.

Soy el universo.


Ojala no pueda tocarte ni en canciones



Ojala te vayas lejos,
lejos de mi
de estas calles
de estos adoquines cansados
lejos de los almacenes
de estos árboles
de los gatitos del barrio con los que me hablo
lejos de los parientes
lejos de los amigos
lejos de los porteros que madrugan para baldear la vereda
lejos de los hombres que pasan con el carrito del café
lejos de los buenos olores,
a pan, a facturas, a dulce de leche,
lejos, bien lejos,
saca pasaporte
arma el equipaje,
ojala te vayas
te encuentre en un aeropuerto
con un pasaje de ida
y sin fecha de regreso
y fingir nunca habernos cruzado
nunca haberte tenido
tan dentro mío,
ojala huyas
con el viento
con el nuevo frío
que se viene
que emigres
hacia otro continente
y te arrojes del abismo,
no escribas
no mandes cartas de tinta azul
y letra cursiva
no mandes postales
de lugares inimaginables
y nunca me recuerdes,
ojala te vayas, y nunca regreses
ojala me olvides
y no digas nunca mi nombre
ni me evoques en el recuerdo
ojala te vayas Tristeza, ojala te vayas.

martes, 26 de febrero de 2013

De cómo salvarse del infierno que habitamos

<< El infierno de los vivos no es algo por venir; hay uno, el que ya existe aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es riesgosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio>>.

Italo Calvino; Las ciudades invisibles.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Dos por cuatro ocho


Tengo un radar que me tranquiliza porque no funciona



Incalcanzable.
no te quiero, no me importa, no sos nadie
pero dale
no seas duro
mandame un saludo
mandame un email
mandame una postal de tu vereda
una plantita de tu jardín.

Igual ya sé
ni nos vimos
no sabes mi apellido
no sabes como respiro
ni mi malhumor al despertar
y yo tampoco quiero saber
las arrugas de tu piel
tu esqueleto
tu barba mal afeitada
tu cuerpo mal bañado
ni que me cantes las cuarenta
en el desayuno.

Pero dale
mandame un saludo
mandame un corazón de papel glasé
mientras escucho
el último track.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Los tábanos de Jaipur



 I. Selva

Noche tropical
titánica supervivencia
mirada desmonta historias
estranguladora riqueza
una enredadera sin piedad
selva y pájaros nocturnos
un ecosistema rosa
festival de 400 años por ver quién es el más fuerte


II. Los tábanos de Jaipur

Entramos,
compramos algunas motocicletas,
“tomen un tuctuc”,
joyas de piedras preciosas y oro,
equilibrio galés,
parsimoniosas musulmanas
con la cabeza desnuda,
vasos de barro,
festival de estrellas
detrás del Amazonas,
un buque inglés,
el río Iguazú duerme,
cuando hay luna llena
el agua habla más,
palacio de los vientos,
el mundanal ruido
de niño vendía té por las calles.


III. Frittata di gamberini

Tu boca de tiramisú
como un volcán de chocolate
duerme en mi selva sudamericana.
Una monja
en una ruidosa calle de Jaipur
trabajaba en el armado
de trajes, carrozas y espaldares.
Montan un circo transgénico
y pequeños ecosistemas se multiplican en mi piel.
La comisura de tus labios
hace llover mis ganas,
lento
muevo el dedo del pie.
Bicho, rata, árbol,
un yaguareté,
una misma sangre húmeda
en la sien.
Un dedo que aprieta un gatillo
(un dedo cualquiera, un gatillo cualquiera)
rompe la quietud del aire
corta al cielo en dos.
Un aleteo de pájaros carroñeros,
y después
el silencio.


IV.
Hecha un ovillo
desembarcó
en el Atlántico
tenía catorce o quince años
ojos de guerra
e intuición mediterránea.




lunes, 11 de febrero de 2013

Libro: Poesía para Celíacos

Saqué de entre tantas cosas escritas y olvidadas un libro que tenía armado y con el que al final nunca hice nada, ahora es un librito virtual y se puede ver en
 http://issuu.com/marbetania/docs/poesiaparaceliacos ♥ 



martes, 5 de febrero de 2013

Soy esa canción que cantabas cuando te egresabas de 7mo grado.

Buscame ahí, justito donde te olvidaste. En ese cajón donde hay un guardapolvo arrugado con firmas en indeleble que prometen "amigas para siempre", esas a las que después tampoco llamaste. Buscame ahí, entre unos lapicitos de pocos centímetros al fondo del cajón, entre unos tazos del `98, entre tu mejor colección de Kinder Sorpresa (Yo el otro día estuve ordenando esos faraones tan lindos que venían: juguetes eran los de antes).

Buscame en el último estante de la repisa. Sacame el polvo.

sábado, 2 de febrero de 2013

Nómade


*


Juego. Todo el tiempo invento rituales sutiles. Invento una casa dentro de mi casa. Cambio una mesa de lugar, la decoro, y juego a vivir en otro lado. Me invento otra vida: me compro ese vestido que jamás se me ocurriría poner y juego. Me pinto las uñas de un color ridículo. Leo estupideces en una revista. Quiero comprar manteles coloridos y llenar la casa de plantas. Me levanto un día a las seis de la mañana (horario absurdo para mi con mi vida de vampiro). Salgo con ese aire de mañana a la calle, esos colores únicos de la mañana que siempre me gustan cuando los descubro. Paseo por un supermercado. Miro todas las góndolas con curiosidad de niño. Compro una mezcla ridícula de cosas. Un plato fucsia. Un vaso. Un porrón de cerveza para mi colección de botellitas. Una sal porque me gustó el frasco. De vuelta a casa me pongo a cocinar. A cortar verduras. Me divierto con los colores. El verde de la rúcula sobre el fucsia transparente de mi plato nuevo. Juego. Quiero inventarme otro nombre, otra edad. Busco en la guía T un barrio desconocido y me voy allá. A perderme en calles de nombres que no conozco. A adivinar el estilo de las casas, los almacenes del barrio. Es tan aburrido el reducto de las horas que se repiten sobre sí mismas como calcos de uno mismo. A veces siento que no puedo aprender a pensar diferente si hago todo igual, si todos los días veo lo mismo al despertarme. Debería aprender una nueva forma de lavarme los dientes, una nueva manera de agarrar el tenedor, ver en la televisión (que ya ni la prendo en verdad) un canal que no supiera que existía y hacerme adicta a él, buscarme una nueva obsesión, un curso de algo impensado, invertir de lugar todos los objetos, que lo que tenía a la derecha este a la izquierda y viceversa obligándome a desafiar la percepción. Juego como un niño para no acostumbrarme nunca a nada, aunque me acostumbro igual y tengo pronto que salir a buscar la novedad, a inventarme un nuevo juego. Me aprendo nómade de mi misma.

*Calavera; Ilustración en Tinta China.