lunes, 30 de junio de 2008



huye conmigo abandona a los demás!

que despistada. desordenada. irresponsable. vaga. boba. lo digo mientras sigue pasando la hora... no importa. es que estaba tan aburrida. ayer no pude dormir hasta que amanecio. tic tac tic tac. pensaba ni dormir, pero en ese momento en que podes levantarte o quedarte tirada me quede cinco minutos más y por cinco minutos me quede dormida. me levanté. café, rumbas. fotos que no imprimi (siguen en el cd, nisiquiera grabe bien las que tenía que grabar).



roocckkk andddd rollll !!!! eneneneeeeeee


no sé porque a veces hago todo al revés. simple modo de desaburrirme supongo. después de las tres de la mañana mi sinceridad es peligrosa. me río yo sola de las cosas que puedo decir. "me extrañaste mucho, poquito o nada?".



quisiera ir a verte dormir...

o en su defecto ir a dormirme yo que no sé porque no tengo ganas de nada... o de todo junto, no sé.

(la foto la saco luisito que es lo más de lo más de lo más y es el que sonríe feliz en la foto anterior)

domingo, 29 de junio de 2008


La tarea debía ser recortar palabras esdrújulas del diario
-lo visualice cómicamente en mi cabeza, no sé riéndome exactamente de quién, quizás hasta de mi-
y después pegarlas en el cuaderno verde que es el de lengua
pero se confunde y las pega en el rojo que es el de matemáticas
y cuando los cuadrados de la trama cuadriculada de la hoja se imponen en la visión
se da cuenta y se pone a llorar
roja como un tomate, como el cuaderno de matemáticas.
Mañana hay dictado, mejor fingir dolor de panza y quedarse en la cama.
Mejor quedarse.

Hay una batalla campal bajo la mesa,
soldaditos de plástico disputan el mando del mundo,
se interrumpe cuando irrumpen los tenedores y cuchillos arriba haciendo metalicos ruidos.

Me olvidé que era un tango, perdón.
Advertí que el humor sarcástico era parte de la ciudad,
no de mi,
que simplemente lo respiré,
me preguntaba arriba del colectivo
si sólo yo percibía esa comicidad tragi-cómica de buenos aires.
No somos nosotros, ya esta en el aire.
En blanco y negro nos dibujamos caricaturescamente, nos distorsiona cómicamente el señor de la plaza con lápiz en mano, atrás con cara caricaturesca sonríe el Che con su boinita, Gardel con la sonrisa torcida y Nini Marshall con particular sombrero.

Espera ansioso.
Pasan manos, brazos, piernas.
Pasan.
Se queda.
Allá arremolinado, lleno de seres que lo miran de reojo.
Suspira otra vez, la oportunidad perdida.
Un vidrio separando el aire.
Afuera la lluvia moja la piel.
Intenta imaginar el tacto del roce del agua.
No lo logra, se resigna.
Afuera caminan.
Adentro la espera.
Los tres fríos dedos lo rozan, pero no lo tocan, resbala su piel rosada.

Y de pronto un día...
Unos ojos clavados en él.
Sus grandes ojos azules y el pelo negro cayendo en gruesas mechas.

La música repentina propagándose en el aire.

Las luces rojas prendiendo y apagándose, como parpadeantes, los dedos moviéndose, descendiendo. Los dedos tocan la piel y esta vez lo sostienen, lo elevan y arrojan al mundo.

Los ojos azules brillando, el abrazo de bienvenida. Llueve y las gotas lo mojan, igual ella lo cubre, protege con sus brazos del frío y cubre a ambos con el florido paraguas multicolor.

Adentro de la máquina los demás peluches miran y esperan.

diluvio.
querer arrancarme una parte pero no saber como extraerla.
sobornar mis ideas primeras, fundamentadas, arraigadas, responsables, con mariposas que vuelan -se chocan después con vidrios muriendo en el acto pero eso no viene al caso-.
aquí y allí. espacialidad.
siempre quiero ese allí indefinido.
casi.
también hay momentos, secuencias, donde no quiero irme. aquí.
se van acumulando gotas.
el agua cae.
se van llenando vasos, ollas, baldes y diversos tipos de recipientes con cualidad de ser contenedor de algo. me voy llenando. contengo variedad de cosas yo. quizás por eso me molesta tanto si dos o tres acaparan mi atención particularmente, esas que están en la piel, en contacto con el exterior más fácilmente...
amor - odio.
hoy por poco me escondo.
debería equilibrar todos y todo. de alguna manera. bajo algún sistema sistemático equilibrador.
vos - yo - mundo exterior .
es tan fácil que pase el tiempo, y lo agarro con los dedos totalmente histerica y lo estrujo -lo estropeo más-.
poner música que acompañe el ánimo.
poner música opuesta al estado de ánimo, absurdo, buscando la grieta de algo, la quinta pata a algún animal cuadrúpedo.
bajar. subir.
me harto.
me desintegro.
me detesto.
más tarde me amigo, vamos de la mano autoestima y yo riéndonos.
si digo tres veces lo mismo me escupo.
- y siempre lo digo cuatro, cinco -
a la quinta me retuerzo, me escurro y me regenero.
sí, más allá de todo siempre hay algo para regenerar.
reciclaje de resacas.
se pinta la cara de cara.
su rostro con cara de rostro mira con los ojos muy abiertos.
los colores despintados por la lluvia, el agua de color cayendo, los colores desaturados. después volver a pintar todo, rojo, naranja, amarillo.
que vuelvas cuando te olvido.
ni siquiera quejarse, es una ley como la de gravedad. (no puedo todavía protestar porque las cosas caigan siempre hacia abajo).
las tazas sucias.
cucharas golpean porcelanas finas.
dos gotas de café manchando la taza.
no, no sé porque, no tengo opinión alguna sobre el controvertido caso de las gotas en la taza.
- me acordé espontáneamente al decirlo de el caso de las petunias pisoteadas-
vida sociedad ilimitada, la ruta 77, el monte de los cipreses...
las paredes blancas.
esos lugares perdidos.
en el tiempo.
esos espacios generados que se evaporan, y ahora no se encuentran.
pensaba hoy que todos -mayoría- me iban a resultar superfluos.
¿idealización?
no sé, en el momento la visión es supuestamente objetiva, la hipótesis es conclusión sensata (sí, olvidas la parte en que la hipótesis debe ser verificada).
dar vueltas.
de pronto ataque positivista y decir que no.
no doy vueltas.
voy.
y ver a algún fulano, mengano, que de pronto no tiene nada -casi nada, 25 por ciento- que ver conmigo.
el sueño toca la puerta, cabeza.
toc, toc.
¿vamos a dormir?
vamos que mañana todo amanece amanecido con color de amanecer y se ve mejor.

viernes, 27 de junio de 2008


¿como estás?

a ver...
-me manoteo, me miro al espejo que todavía refleja imagen-

sí, definitivamente estoy.



homeostasis.



la fulana apenas terminé de sacar la foto se paró en el mismo lugar a fotografíar lo mismo, y me miro y nos reímos.


y los menganos en el colectivo contando chistes todo el viaje, el flaco de adelante y yo eramos los únicos que nos reíamos, la gente "normal" tiene un sandanwersindum en el oído -sí, no, ni idea que tiene- y un flashhhuuiirrr en el corazón -algún tipo de piedra que no es piedra, que no se come, y que es higroscopico, atérmico, de textura rugosa al tacto, versátil, moldeable...-.



(esa era la foto de la fulana)

soplando susurros a ver si los escuchas... yo pensaba hoy en la ducha que cualquier futuro de mi vida imaginado totalmente antagónico uno con otro me parece igual de real. después lo cotidiano -maldito sea- me hace pensar en una relugaridad-coherencia y cohesión-constancia que no me deja divagar mucho más... lo rompo rápido antes de creermelo -me agota-.


todo se dibuja - desdibuja


ríe , llora


todo implora alguna permanencia - paciencia - entendimiento


todo implora orgulloso atención, baila, danza, se lanza promiscuo al centro del escenario y pide luuuuuz. la luz blanca te desfigura la cara corazón ! con poca luz y con música todo se ve mejor.


s u s p i r o


m e r i o


m e l l o r o


m e t o c o


m e m u e r o


r e v i v o


s u p l i c o


n o l l o r o


m e r í o


a m a n e z c o




martes, 24 de junio de 2008



La vaca comía pasto concentrada en lo verde. Las hojas movidas por el viento susurraban “shhhhhhhhhhhhh”, “shhhhhhhhhh”. La vaca cada tanto rato intermitente “muuuuu”, “muuuuuu”. Y vos la verdad que no decías nada que me interese así que ni te nombro...
Mira mira afuera llueve, ¿te fijaste? Hablas todo el día de la lluvia, del sol, de lo seco, mojado, triste y feliz pero todavía no saliste porque decís que hace frío.
Sacuudiiite.
Lalala.
Suena la música a todo que da.
Se arremolina la gente en la pista flotante en medio de la calle. Todos gritan, alucinan.
La calle vacía.
No hay siquiera autos a esta ahora que es demasiado temprano-tarde.
Vos.
De nuevo vos apareciendo por entre los matorrales, arbustos salvajes de mi cabeza cual puercoespín -mi cabeza me pincha-.
Te desecho.
Agarro una tijera te corto y hago un colage.
Quedo re colorido :)
Mira, mira que lindo.
Deja de quejarte! Una vez que me esfuerzo y hago algo útil con vos! -desagradecido-.

La señora muy celosa con la bolsa rallada colores de arco iris con el queso rallado adentro y un melocotón. Camina presurosa mirando el reloj que mira sus ojos celosos que miran el reloj. Los pieses regordetes chocan baldosas que lanzan gemidos quejumbrosos y resoplan. La puerta, la mesa, la hornalla. El fuego se quema. El agua se lava. Bailan los limones sobre la mesada al ritmo del tictac del reloj con borde rojo de la pared, que da su tictac al ritmo en que los limones bailan. Señora girando mareada. Gato maúlle buscando comida, alguna bolsa alimenticia se apiada -la señora no-. Crujen bordes de puertas, cajones y ventanas. Cruje la cotidianeidad poseyendo los minutos de los tictacs y los limones. Un libro abierto relama sus letras perdidas. Algún espejo de algún lugar se asfixia con la tela blanca, respira agonizante, la tela se infla y se desinfla, se infla y se desinfla. Una muñeca llora lagrimas de plástico. La señora cela sus años perdidos, su imagen de foto vieja.

Suenan timbres. Rines varios.
Llama a la puerta la doncella caída de algún otro lado. Tiene un bolso en la mano. La nave rota en mil pedazos. No estás y se va.




Volví a pensar... despertar.dormir.comer.lavar.sacudir.escurrir.
estrujar.estropear.conjugar.retorcer.cantar.estornudar.
ymeacordédequehabíaunantes. ¿porqué ahora el "antes" se ve distorcionado? no debería.no debería. deber. deberes y derechos. ahora mi antes, incluye tu antes por algún lado que no sé muy bien pero andaba por ahí y tengo en cuenta, en ese antes donde no estabas y eras un alguien perdido como todos esos "alguien" de por ahí que ni miro y me son totalmente prescindibles.
mi cabeza es un zepelinnnn. vuela y se engorda con aire.
me canso de mi día por medio. (se deduce que día por medio también me amigo y nos llevamos bien todos mis yo`s que caminan campantes).
pienso en las olas y el viento, y sucundum sucundum.
me destrozo como puedo para construírme de nuevo. o me destrozan y me reconstruyo igual. mi obsesión con el ave fénix además de ser mi imagen recurrente subtexto de escritura fue mencionada en mi kin maya y me reí.
yo-ello-superyo. me acuerdo que antes grababa "historia de la psicología" que pasaban en canal a. (cuando digo antes en este particular caso aludo a los finales del 2005). por ahí anda el video... por ahí ando yo...
sucundum sucundum, y el frío del mar, yalalala yalalala

viernes, 20 de junio de 2008


Un minuto en el cielo es una eternidad.
Mira las nubes rosadas!
Están avergonzadas de que amanezca y se ruborizan.
Mira el pájaro que surca el cielo.
Después se estrella pero eso no mires.
Mira los chicos que corren por el parque.
Como se ríen, juegan, cantan.
Después crecen pero eso no mires.
Mira el agua que cae del cielo, te moja la cara.
Abajo se inunda, se acumula agua, pero eso no mires.
Mirala a ella si queres.
Esta bien, yo no miro.
Tocala a ella si queres.
Esta bien, yo no miro.
Pero no llores, que no puedo no mirar.
Pero no grites, porque escucho y te miro.
Reite allá, yo no te miro pero sonrío.
Anda, salta, yo desde acá te aliento.
El sol entre las nubes, mira mira.

Las zonas abstractas de tu cabeza.
Me prendo un prendedor de tu cabeza.
Me robo un arlequín del festín y me pongo a bailar sola por la calle.

Pasa el chico bajo la lluvia que tararea.
Los dos vamos medio corriendo porque nos mojamos.
Y yo me río, no puedo evitar reírme, de su tarareo.
Así, con poco disimulo ya.
Y él también se ríe.

Las muñecas bajo la cama toman el té.
Ya no me invitan a sus reuniones.
Estoy deprimida.
Le cuento al oso panda y a él no le importa.
Le pego una cachetada.
Su textura de peluche que roza mi piel pronto me enternece.
Le pido disculpas con los ojos borrosos.
Creo que me disculpa, o ya me disculpara.
Abajo las muñecas seguro nos escuchan.
Y se burlan de nuestro melodrama amoroso.
Con las uñas bien pintadas toman el té a las cinco.
Hablan de sus maridos que están trabajando.
Las tacitas de cuatro centímetros chocan entre sí.
Están brindando quién sabe porque.
Celebran algo.
Me harté.
Interrumpo la reunión irrespetuosa.
Ante sus indiferentes rostros destrozo su merienda.
El oso panda me mira asombrado pero no dice una palabra.
Recojo todo avergonzada y lo meto en una caja.
A ver si se callan, putas malcriadas.














Como que vos dijiste y yo no escuche? Que yo no que...??
A ver a ver, vamos otra vez....
El teléfono sonaba, sí, me acuerdo, los semáforos tenían luces de todos los colores, sí, violetas, fucsias, azules, naranjas... ¿ah no? ¿y con que fundamento me lo negas tan serio?
Uy no sé, me maree, colapse, me estallo el cerebro.
La señora grita que no puede estar tan caro el kilo de tomates. Sí, lo agarro para el lado de los tomates otra vez.
Inflación, superinflación, estanflación (estancado y con inflación!)
Yo surcaba el océano en un barco de papel que construiste vos. ¿no eras vos? Uy ya ni me acuerdo. Tengo una saturación de imágenes que se me vienen encima así como un tornado de brillantina, que después se me mete en los ojos y no puedo ver, y me arden, y lloro.
¿cuándo fue la última vez que lloraste? No tengo idea de porque yo no estaría ahí para abrazarte...
-o sí, pero no se justifica ninguna de esas cosas que se te cruzan por la cabeza-
De verdad que el semáforo no tenía luces violetas? Hubiera jurado que lo vi, bueno, jurado... Asegurado... Bueno, asegurado... Opinado, algo. Igual es una manía tuya contradecirme todo, como un juego. ¿jugamos al TEG? ¿Me enseñas? Ah, no cierto, eso tampoco lo hable con vos, que mal vamos! Hay una canción que es igual a vos, y un cuento, y un color, y un oso del estante lleno de polvo. Bueno, no.
Mira cuantas cosas aplastadas hay bajo la almohada. ¿te fijaste? Quizás todavía se puede reciclar alguna y colaborar con el cuidado del planeta, en el tacho rojo van los sueños rotos, en el verde las utopías de viajes por estrellas, en el amarillo el desamor. Voy a ir a revolver tu basura, así sé algo más de vos.

Y vos hablas blablabla blablabla blabla , viste que siempre te escucho?
Mira, paso una estrella fugaz, pedile un deseo!



miércoles, 18 de junio de 2008

Se viene el estallido. Momento antecesor al quiebre o ruptura de algo. Hay señales energéticas que nos rodean y nos advierten, previenen.
Hay un volcán a punto de erupcionar.
Momento interno-externo. Piezas de rompecabezas que van encontrando su lugar, formando vínculos. Almas que se van encontrando. Se vuelve a reunir el “grupo”, me están llamando, me están invitando a la reunión. A veces ellos saben quién soy mejor que yo.
A veces nos intuimos recíprocamente y no decimos nada.
Se renuevan las generaciones, se reencuentran las almas, se renuevan los espíritus en los nuevos vínculos de átomos, nuevos intercambios de energía.
Nos encontramos en medio de la vorágine; del ruido; del caos; del movimiento de este colectivo que no me deja escribir bien...
Se alinean las cosas, se presienten, la energía te circunda, te electrifica y te despierta. Y ves a todos tan dormidos y queres despertarlos. Igual encontras tu grupo, te refugias allá en el submundo. Hay que apurarse, la nave esta por despegar y no sabemos en que planeta nos bajamos.

martes, 17 de junio de 2008

Y estoy totalmente segura (algo, un poco, la leve sospecha) de que te habla a vos. Porque sí, por lo obvio, por los celos, por la nada, porque hace frío, por las estufas, por las ventanas. Y no estoy en el medio, ni al costado, ni al frente, ni en ningún lado, no estoy. Me fui. Cerré la puerta, a tientas porque estaba oscuro, y me dormí. Pensaba que quería desahogarme largamente escupiendo cualquier tipo de estúpida cursilería para agotarme y olvidarme. Ya me olvide. Y me desolvidé. Y así. Y así. Y así. Mañana empiezo otra vez. Como una margarita deshojándose. Pero hace frío y no hay margaritas. Yo me quedé dormida y no te llamé. Y de pronto me desperté y yo que pensé que estaba en mi cama estaba a lado tuyo, y yo que pensé que no te había llamado ya estaba ahí con vos cuando me quise acordar. Como pasa el tiempo, el viento, las hormigas deben estar en sus hormigueros. Te busco. ¿Qué busco? Te pierdo. Te mezclo y te elijo azarosamente. Tu nombre en un frasco con muchos nombre y todos los días antes de dormirme sacudo y elijo uno con quién soñar. Últimamente siempre ganas. Y de todos modos, y de todos todos los modos. Siempre hay muchos modos de elegir, vivir, respirar. Entonces postergo. Invento. Analizo si quiero o no quiero. Que quiero y no quiero. Estiro. Alargo. Igual llega un punto sin argumento totalmente llano, liso, llanura donde caer rendida. Más tarde. Más temprano. Los zapatos esperando el regalo de reyes. Los zapatos esperando camellos. Los camellos esperando zapatos. Cuando me olvido de olvidarte te extraño. Me quejo, protesto, hago larga lista mental de motivos para no quererte. Me olvido, la rompo, la exprimo, la inhalo. Cada tanto punto de ebullición. El agua hace ruido. Me quemo. Estaba tan apurada que agarré la pava con las manos, la pava hirviendo. Estoy tan dormida que ni pienso. Me duermo.

lunes, 16 de junio de 2008

Valle minucioso de texturas estúpidas. Estúpida la mano que lo toca y no lo siente.
La clasificación mortificando la duda, convirtiendo silencios que eran palabras en palabras que ahora son silencio muerto.
Tu mano. tu mano, tu mano.
Olvidé la memorización minuciosa de cada poro y su significado.
Se propaga en el aire la decisión contrapuesta a la tomada y me susurra en el oído cínicamente. Pies y alas funcionando simultáneamente, justificando espacios, respuestas, espasmos.
Estúpida esa voz que te detiene, esa mano frío, helada, que te detiene el impulso espontáneo apoyándose en tu hombro el segundo antes de nacer.


. . .




Ardiendo los párpados. Todo lo que sé de memoria y no entiendo. Lección oral de tu contexto. Pared, puerta, ventana, ruido de cacerolas afuera, Cristina muy maquillada dando un discurso, el libro en mi regazo, la prosa sórdida flotante. Aquel instante en que quise morder tus labios. Ojos verdes azulados, azul verdosos. La manía de confundir absolutamente todo. La certeza totalmente incierta de necesidad completa repartida partida en dos. Las dos caras, la misma moneda que no puede caer de ambos lados simultáneamente.

Ser agua, viento, tierra. Estuve largo rato esforzándome en imaginar como sería ser agua, como sería escurrirse entre las cosas, dejarse llevar, ser incolora. Largo rato de concentración para imaginarme sin cuerpo, imaginarme viento, imaginarme aire. Largo rato de madrugada inmóvil sobre la cama, olvidando los pies, las piernas, los brazos, la panza. Peso muerto sobre la almohada, peso muerto sobre las sábanas. Totalmente convencida de que podría levitar, sostenerme en el aire, ser aire. Esfuerzo arduo para la mente en blanco, para la conciencia de no conciencia, de conciencia abstraída de tiempo y espacio. Pensarme alma, pensarme más allá de carne concentrada bajo una piel, de órganos funcionales, de sistemas digestivos, circulatorios, nerviosos. Pensarme espíritu. Pensarme planta. Ir naciendo de a poco, ir floreciendo. Darme la cabeza contra la pared: la dificultad dificultosisima de imaginarse en otro cuerpo descubierta, imaginarse en otra forma. Como sentirse vivo dentro de algo que no se sabe como se siente. Imaginarse cuadrado, triángulo, rectángulo; imaginarse línea, punto, coma, palabra. Alma levitando. Dedos totalmente muertos, sentidos dormidos, apagados. Sólo la leve, sutil, serena, conciencia de vida, breve y sutil espasmo como gotas de agua que cae de la respiración. Pensarse gota de agua; lluvia. Precipitar. Abrazar tu rostro. Podría también ser lágrima, ser tu llanto, precipitar desde tus ojos. Secarme, evaporarme, ser aire. Perderme en el espacio. Ser nube. Volar. Ser sólo un átomo de cualquier otra cosa. Ser sólo esa partícula, nada más.

La saliva de un perro cayendo al pasto seco. Serena miseria padecen los resignados que esperan nacer en otras vidas. Postergando revoluciones, cristianismo profano, sádico, aplastando manos, prolongando esperas. Mirar hacia fuera, lo más lejos posible, lo más arriba posible. Hacía adentro hay un agujero negro, te come, te carcome, te susurra. Si entras morís o naces (si entras y logras volver). Adentro están todas las raíces, tu cuerpo es la flor, tu tronco, tus ramas, tu verde.
Tuve una punzada terrible en el estómago y el impulso siempre abstracto de escapar tomo extrañamente cuerpo cuando tomé impulsivamente las llaves, el abrigo y la cartera -con lo que tuviera adentro- y salí disparada hacia la calle. Supe que la angustia no era necesaria causa del suicidio al postergarlo un tiempo más...

Alfonsina no se suicido, pensé fervientemente cuando volvía, los huesos calados por el frío, las manos en el bolsillo del tapado, dejó sus palabras como uñas que se aferran a este mundo. Entonces tranquilicé -imaginariamente, abstractamente, tácitamente- a mi padre argumentando que no me podía morir sin haber vivido, que me iría sólo cuando pudiera irme y quedarme simultáneamente, encontrar esas uñas que me aferren al mundo para yo poder marcharme.

Leo con la mirada turbia. No lloro, cae frío líquido de mi nariz y cesa levemente lo turbio, las letras vuelven en sí. Pensé por un segundo la posibilidad de que fuera sangre, acerqué mi mano, pero no, el líquido era transparente... es que me siento en estado antecesor de desmayo, o antecesor de algo, algún tipo de desgarro, quiebre, muerte, colapso de algún sistema funcional de mi cuerpo. Pero no. Y cesa otro poco lo turbio y sigo leyendo, y sigo escribiendo. La mano torpe se desliza. La mano torpe revuelve el intestino, las entrañas, se arroja impúdica al medio del pecho, abriendo espacio entre medio de la piel, toma el corazón con los fríos dedos: contrae, afloja, contrae, afloja, contrae, afloja. La sangre circula, la piel alivia su terrible blancura.

El silencio antecesor al estallido. Pánico. Todos los habitantes en sus puertas mirándose los vecinos entre ellos con los ojos saltones. Y saltan. Ruedan por el piso. Pasa el camión hidrante de la policía y los aplasta. Los dejó ciegos a todos. Toda una población con bastones. Otra noche de bastones largos. Nadie golpeo a nadie, pero todos están ciegos. Ahora como no ven no temen, cesa el pánico, todos hablan. Hablan, hablan, hablan, llenan el aire de palabras, se convierte en bullicio y nadie escucha nada. Ciegos y sordos. Antes el silencio era palabra, el silencio hablaba, crujía. Ahora las palabras son silencios, no dicen nada; nadie dice nada. Ciegos, sordos y mudos. Explosión-implosión.


Siempre hay donde hurgar para reinventarse una vez más, por más cantidad de veces que vayan. Caperucita y el lobo ataron a la abuela y se encerraron en el cuarto.

domingo, 15 de junio de 2008

el labio azulado a su lado
el labio a su lado azulado
se tientan las manos
se mecen los cuerpos
remoloneando entre sábanas
humeando en tu piel
olerte
espasmo desde el pie
hasta la frente
la respiración en tu cuello
la necesidad necesaria
preguntarme a las seis de la mañana
como hiciste para ser imprescidible
extrañarte apenas te fuiste
y pensar cuando te veo
callarme los sesos
morderte los dientes
suplicarte acordarte de mi
suplicarte acordarte
reprocharme dependencias
ofender amaneceres
pensando en vos.

lunes, 2 de junio de 2008


Discursos varios paralelos
tu conversación que intento inventar
la escribo en la pared
después el orgullo y la liberación feminal me obligan a tirarla abajo
(ahora tengo un terrible agujero de mi habitación a la cocina
si me estiro a la noche saco cosas de la heladera sonámbula).
En la plaza regalaban gatos
grandes, chicos, de todos los tamaños.
Una chica se abrazaba apasionadamente a su acompañante
y le susurraba después al oído "¿seguro que sos mi hermano?"
él le decía que sí y se reía
después le pasaba su cigarrillo.
Después la chica mal operada
quejándose que nadie notaba la diferencia
pensando "claro, es que yo no explique claramente que quería que me las agrandaran".
Después otra se prostituía
y ya después del primer cliente planeaba prometer dejar la prostitución.
Hay una chica que veo por la ventana con una enredadera en la cabeza
si sigue creciendo la va a ahorcar
intento gritarle pero no me escucha,
en sus oídos crecieron ramas fuertes.
A él le gusta regarla, veo que se levanta a la madrugada y la riega
ella ya no dice nada, creo que le esta creciendo una enredadera por dentro de la garganta.
Hoy cuando yo miraba pensé que él me había visto y me asusté
cerré bruscamente la ventana, las cortinas y el corazón casi me estalla,
después me quede sentada, espaldas a la pared, espaldas a la ventana,
cuando la luz se metió entre las líneas de la persiana me sentí tranquila
el día eliminando las dudas, posponiendo asesinatos, declaraciones
la luz como verdad más calcinante.
Danzan pulguitas con polleras rojas de flamenco
en un escenario de cajita de fósforos.
Millones de compases terminan antes de lo que deberían
millones de compases terminan después.
Si yo tengo que adivinar lo que vos adivinas que yo adivino que vos adivinas cuando crees que yo adivino que vos adivinas lo que yo...
Mira, hay broches de colores cerca de la ventana de la chica-enredadera.
Y un pájaro posado muy artísticamente arriba de un poste con forma de poste
armando una armoniosa composición de formas geométricas...
uy, se voló! ya se desarmo todo otra vez.